Comida saludable, fresca y con sabor

Como amante de la cocina y comedora de buen diente, puedo afirmar que nunca habías comido tan variado, tan rico y tan diverso, como desde que adoptamos el veganismo. En el paso por la dieta vegetariana, tratamos de compensar los platos con lácteos y huevos, que disfrazaban los sabores de los ingredientes vivos. Por mi parte, dos cosas re-descubrí en el veganismo: que me encanta el chile y que sí me gustan los postres!

En todas las recetas que aquí compartimos, se busca incluir ingredientes frescos y nutritivos. Para los amigos que se preocupan por nuestra ingesta de proteínas y aminoácidos, intentaremos incluir la información nutricional relevante. Algunas recetas requieren tiempo de preparación, pero la mayoría son muy fáciles y rápidas. Nos gusta preparar raciones abundantes y guardar algunas porciones en el congelador para después.

Se trata de comer rico, sano, variado... sin maltratar a nadie.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

No-quesitos horneados, los mejores!

Quesitos veganos

Quesitos veganos horneados

Quesitos veganos, horneados y artesanales

Quesitos veganos, horneados, artesanales y con un toque de chile verde

Quesitos veganos, horneados, artesanales con tomates secados al sol

¿Qué más se puede pedir? 

He preparado varios quesitos crudiveganos, con buen sabor y textura.... pero estas alternativas horneadas superan cualquier otro de mis intentos. Son realmente deliciosos, cremosos y llenos de sabor. Va mi adaptación de esta propuesta de quesito horneado tipo feta.

Ingredientes 
1 1/2 tazas de nueces de la india o almendras peladas
Jugo de 2 limones 
1/2 taza de agua 
2 dientes de ajo
4 cds. aceite de oliva extra virgen 
1 cdt. levadura nutricional
1 cdt. sal de mar
1 cdt. pimienta negra
1 pizca de sal ahumada

Para dar sabor (uno de los siguientes):
aceite de oliva extra virgen con un toque de chile verde (o chile de árbol)
tomates secados al sol en aceite de oliva
aceitunas kalamata 
ajos y romero fresco

Fuente de proteínas:  nueces y almendras

Poner a remojar las nueces de la india o las almendras (8-12 horas). Drenar el agua de las nueces; pelar las almendras, cortar en trozos pequeños. Poner todos los ingredientes y una parte del agua en la licuadora y mezclar durante varios minutos (en intervalos cortos, parar, limpiar las paredes del vaso con una espátula, volver a licuar) hasta obtener una pasta cremosa. Si es necesario, incorporar un poco más de agua o aceite. La mezcla tiene que ser homogénea, sin grumos y no muy líquida. 


Esta mezcla funciona muy bien para un quesito básico.  Si se desea, agregar a la licuadora aceite de oliva con algún chile, o tomates deshidratados (y usar su propio aceite), o más ajo y romero fresco, o aceitunas kalamatas, previamente enjuagadas. Licuar muy bien.


Pasar la mezcla a una tela quesera o tela cielo (muy delgada, parecido a las gasas), doblada en tres partes. Cerrar la tela presionando fuerte pero evitando que se salga la mezcla; cerrar bien con una liga, poner el quesito en un colador para que suelte el agua y reservar durante toda la noche en el refrigerador, para que los sabores se concentren.


Pre-calentar el horno a 180º C.

Desmontar el quesito y pasar a un refractario de vidrio previamente engrasado con aceite de olivo y pimienta negra recién molida. Dar la forma deseada, incorporar un poco más de pimienta y aceite de manera abundante, de tal manera que las paredes y la parte superior estén bien cubiertas.


Hornear en la rejilla más alta durante 30-40 minutos, hasta que el quesito adquiera un color dorado y el aceite se haya integrado. Desmontar y disfrutar con lo que quieras. Son realmente deliciosos :-)


Se pueden conservar en el refrigerador, en un recipiente bien tapado, durante 8-10 días.
 






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